Escala Medvédev-Sponheuer-Kárník
La escala Medvedev-Sponheuer-Karnik, también conocida como escala MSK o MSK-64. es una escala de intensidad macrosísmica usada para evaluar la fuerza de los movimientos de tierra basándose en los efectos destructivos en las construcciones humanas y en el cambio de aspecto del terreno.
Grados
Grado I: no perceptible
Registrado sólo por los sismógrafos más sensibles. No afecta ni a objetos ni a edificios ni estructuras.
Grado II: difícilmente perceptible
Las estructuras y objetos no lo notan, pero sí pueden notarlo personas en reposo.
Grado III: débil
Los edificios no sufren daño, aunque algunos objetos colgantes pueden
balancearse ligeramente. Puede ser notado por unos pocos dentro de
casas. Vibración comparable a las provocadas por un camión pequeño.
Grado IV: bastante notado
Dentro de los edificios es notado por muchos. Algunas personas
dormidas se despiertan. Cristales, porcelana, ventanas y puertas
tiemblan y hacen pequeños golpeteos. Algunos pocos muebles que no pesen
pueden vibrar visiblemente. Vibraciones moderadas, comparadas a las
provocadas por un camión grande.
Grado V: algo fuerte
La mayoría de las personas dentro de edificios lo nota, pero sólo
unos pocos al aire libre, donde corren algunos pocos, asustados. Los
observadores notan el balanceo del edificio, de los muebles o el temblor
de las paredes. Los objetos colgantes se balancean muy notablemente. La
porcelana y los vasos chocan entre sí y hacen bastante ruido. Muchas
personas que duermen despiertan. Las ventanas y las puertas empiezan a
abrirse y cerrarse. En algunos casos, incluso algunas ventanas pueden
llegar a romperse. Los líquidos se desplazan y se pueden salir de
recipientes llenos. Los animales en casas pueden empezar a sentirse
intranquilos. Algunos edificios mal construidos sufren ligeros daños.
Grado VI: fuerte
La gran mayoría lo siente dentro de edificios y ya son muchos los que
lo sienten fuera. Unas pocas personas pierden el equilibrio. Mucha
gente corre asustada hacia la calle. Pueden caerse pequeños objetos y
los muebles sufren un leve desplazamiento. Vajillas y cristalerías
pueden romperse. Puede que animales de granja se sientan inquietos. Daño
visible en obras de trabajos de mampostería, como grietas en la
escayola. También hay grietas solitarias en el suelo.
Grado VII: muy fuerte
La mayoría de la gente está asustada e intenta correr hacia la calle.
Los muebles se desplazan y pueden llegar a volcarse. Los objetos en las
estanterías caen. El agua salpica en los recipientes. Daño grave a
edificios viejos. Las chimeneas de mampostería se desploman. Aparecen
grietas en los edificios. Se producen pequeños corrimientos de tierra.
Grado VIII: bastante dañino
A muchas personas les es difícil mantener el equilibrio, incluso al
aire libre. Los muebles corren riesgo de volcarse. Se agravan las
grietas, los edificios más antiguos se derrumban parcialmente o sufren
grandes daños. Se pueden apreciar ondas en suelos muy blandos. Se pueden
producir corrimientos de tierra y desprendimiento de rocas.
Grado IX: destructivo
Pánico general. Mucha gente cae a la fuerza al suelo. Se ven ondas en
suelos no tan blandos. Se desploman las estructuras no muy bien
construidas. Daño considerable a estructuras bien construidas. Se rompen
las canalizaciones subterráneas. Grietas en el suelo y corrimientos de
tierra generalizados.
Grado X: devastador
Se destruyen puentes y diques y se tuercen las vías de ferrocarril,
así que las infraestructuras quedan inutilizadas. Desprendimientos de
tierra más que generalizados y más graves.
Grado XI: catastrófico
La mayoría de las construcciones son destruidas. Las perturbaciones
del terreno se extienden por todos lados. Riesgo de tsunamis.
Grado XII: extremadamente catastrófico
Todas las construcciones, subterráneas o no, han sido destruidas. El
terreno y el paisaje han cambiado, así como el cauce de los ríos.
Tsunamis.
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